"Los pensamientos que no se traducen en palabras, son pensamientos perdidos para la humanidad. Las palabras que no se confirman por medio de actos son palabras ociosas y de la palabra ociosa a la mentira hay sólo un paso.
Así pues, sea en vicio o sea en virtud, no hay palabra de que uno no sea responsable... Las maldiciones y las bendiciones surten siempre su efecto y todo acto, sea cual fuere, cuando está inspirado por el amor o por el odio produce efectos análogos a su motivo, su alcance, su dirección." Elifhas Levi - Dogma y Ritual de la alta Magia.
Este fragmento está destinado a que podamos encontrar, en primer lugar, el valor del pensamiento, de las ideas y saber que tras una imagen interior que deseamos está el germen de su realización. Si tenemos una idea es para que nosotros la realicemos.
Una vez que hablamos, que nuestra voz emite vibraciones al mundo, utilicemos las palabras para diseñar la acción porque cuando se sueltan de la mano de un proyecto se convierten en palabras al viento, y como los vientos cambian, rápidamente pueden convertirse en mentiras. ¿Cuáles son nuestros vientos? Las pasiones fuera de equilibrio con la conciencia quien nos propone un eje.
Eliphas deja librada la opción de expresar palabras destinadas a la virtud o al daño personal y social, pero si damos vuelta el guante, si invertimos la mirada podemos afirmar que "a tanta palabra viciosamente utilizada podemos equilibrarla con palabras en la dirección contraria", no para neutralizarlas (lo que es imposible), sino para equilibrarlas.
Vamos por el equilibrio.
Ine Lanfranchi
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