Siempre me gustaron actividades en plazas, colegios rurales, literatura en cafeterías y bibliotecas populares. Un día, ante una actividad en uno de estos espacios, pensé ¿por qué me siento tan cómoda en estos espacios?
Lo cotidiano y sus instituciones formales, son de gran utilidad para la organización social de una población, pero para funcionar, para cumplir con su razón de ser necesitan "ordenar", entre otras acciones, y esto quita Magia lo que lo vuelve a las instituciones inertes y burocráticas, entendiendo la Magia como aquello que nos deslumbra, que le da numen a lo cotidiano.
En este contexto muchas veces se ubica a lo Profano en un lugar peyorativo y también a las personas que lo veneran. También puede definirse que esto o aquello es popular, lo que tiene lugar en lo mundano, pero si vamos mas allá de estas palabras, mundano ¿no suena parecido a mundo? Hasta aquí sin duda podemos decir que lo mundano y lo pagano están del mismo lado, del que representa al mundo en su totalidad. De hecho se define el verbo "profanar" como aquel que no sigue el mismo respeto ante instituciones, instancias u objetos sagrados. Pero ¿para quien? para las reglas que ponen las instituciones, ya sean sociales, políticas o religiosas. Sólo a modo de opuesto complementario agrego que, todo lo que no era Pagano se denominaba Gentil, personas que representaban las virtudes de una elite elegida. Ya podemos inferir cuando en la literatura clásica se habla de "gentil hombre", que sin duda estaba del lado de las instituciones.
Adolfo Colombres en Poética de lo Sagrado expresa un concepto interesante: "Las instituciones "manejan lo sagrado con absoluta liviandad violando incluso los derechos humanos y los principios de la diversidad cultural, como la prohibición o exclusión de bailes populares religiosos de pueblos originarios que desean expresarse como lo han hecho siempre, con sus músicas y sus rituales". Agrego, ¿siempre hay que bailar con las mismas reglas? Bailar es expresión y por ende individual y Sagrado.
Sigamos en el concepto de lo Profano, lo Popular y lo Mundano. Mircea Eliade, en el Mito del Eterno Retorno, afirma que el mundo arcaico ignora las actividades profanas ya que de un modo u otro participan de un ritual sagrado que lo escenifica. El mito tiene en lo Profano su lugar de anclaje a través de una experiencia Sacralizada que perduró a lo largo del tiempo.
Pero todo lo que no entraba en la esfera del Cristianismo, Judaismo o Islamismo se consideraba Pagano. Sería maravilloso vivir en un mundo sin ISMOS. Me dijo en una oportunidad mi Maestro Ciruelo Cabral. Concepto trabajado en mi libro Diario de una Búsqueda.
Viajando en el tiempo encontramos que las zonas rurales eran llamadas pagus y sus habitantes paganus u lugar de anclaje, o sea todo lo que estaba por fuera de los muros que ostentaban el poder, murallas reales, religiosas, instituciones, anclaje que por cierto ¡Es mas extenso que lo que está "dentro del muro"! y también podemos admirarnos en esta afirmación: ¡Albergan un saber ancestral desde el inicio de la civilización que el muro no pudo crear en sí mismo!
Para ir cerrando la idea, si pensamos este mapa conceptual sin murallas ni términos que definan lo que hay a un lado y al otro de ellas podemos citar nuevamente a Colombres cuando dice: "Lo que impregna estos lados es lo numinoso, el maravilloso núcleo de sentido que se conserva como fuerza poderosa en personas, cosas, rituales, lugares que construyen una realidad y por el otro zonas pobres e incluso carentes de energía simbólica".
Es por ello que atribuyo mi comodidad en las escuelas rurales, las bibliotecas populares, plazas y parajes. Nada mas cercano al mito, al saber numinoso de una comunidad, a las expresión más pura de la Magia, como aquello que nos sorprende con su propio brillo y nos une en esta expresión.
Bibliografía:
Poética de lo Sagrado - Adolfo Colombres.
El mito del Eterno Retorno - Mircea Eliade
Diario de una Búsqueda - Ine Lanfranchi
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